14 de julio de 2015

EL LLAMADO DE LA DEPRESIÓN…

La depresión no es lo que crees. Se trata de una ruptura sumamente necesaria de todo aquello que es de segunda mano en tu vida, de todo aquello que no has comprobado, de todo aquello que has dado por hecho. Es una invitación para que te contactes con lo Nuevo. Para que te arriesgues. Para que vivas. Para que ames en una forma que sabes que es posible para ti. Para que dejes de fingir.
Se trata de la oportunidad, de perder la fe en todos los significados que se te dieron, en todos los valores de segunda mano, en todas las creencias que alguna vez usaste para protegerte de tu experiencia inmediata, íntima, y una invitación para que te encuentres cara a cara con la vida, al desnudo. Es una oportunidad para sentirte dispuesto a perderlo todo.
Palabras como “compromiso”, “relaciones”, “deber”, “amor”, “iluminación”, incluso “felicidad”, de pronto suenan demasiado vacías, demasiado lejanas de nuestra experiencia de vida. Ellas siempre fueron algo distantes, éste es el secreto: Siempre estuviste viviendo de PALABRAS, tomaste las PALABRAS como dioses o como metas, y en realidad nunca tocaste la vida que sabías que era posible. 
¡Esa era la “depresión”!… tu imaginada separación con todo lo que está vivo dentro de tu corazón.
Pero recuerda que la vida viene antes que las palabras, amigo. El mundo de las palabras, pensamientos, significados, debe disolverse. Se trata de un mundo falso, un mundo dual, un mundo vacío y falto de amor. Este mundo jamás fue tu verdadero hogar.
Así que ¡aflígete por este mundo perdido! ¡Llora por el fallecimiento de tu falso hogar, sí! Pero sabe que no hay nada malo contigo – son sólo sueños lo que está muriendo, sólo fantasías que se están consumiendo en el fuego de la Verdad, y una nueva vida, una vida mucho más creativa está emergiendo de las cenizas de todo lo viejo.
La depresión no es una patología, date cuenta, no es algo “negativo”, y ciertamente no es algo que esté “mal” (porque el universo nunca comete errores), es más bien el incomprendido camino de los valientes. Es un camino espiritual que exige todo de nosotros. Necesita que nos detengamos, que realmente hagamos un alto, y que veamos la vida de frente. Que nos cuestionemos todo, absolutamente todo, y que no creamos nada que no esté vivo dentro de nosotros. Que descubramos lo que en realidad somos, más allá de todas las historias. Que terminemos esa dependencia fundada en el temor a las autoridades externas y que confiemos en nosotros mismos por primera vez. Que recordemos nuestra verdadera naturaleza y que dejemos de estarnos disculpando por todo aquello que está vivo en nosotros.
No mediquemos nuestra “depresión”, adormeciéndonos y haciéndonos cada día más dependientes de lo que ya somos. ¡No somos ningunos esclavos! Dejémonos abrir, permitamos que el estatus quo se desmorone y abrámonos a una experiencia plena de vida, incluso si esto duele. Abracemos la alegría y el dolor de la existencia, la seguridad y la duda, la felicidad y el aburrimiento
Permitámonos ser la inmensidad en donde todo puede surgir y desaparecer. Descansemos del agotador juego de buscar algo que jamás podremos encontrar en el tiempo o en el espacio, y dejemos de pretender que la “depresión” es algo más que una cierta clase de conversación con la vida.
Entendamos el profundo llamado de la depresión y terminemos con el miedo que algún día le tuvimos, de una vez por todas.
Jeff Foster





AMO ESOS ABRAZOS QUE HACEN QUE LAS TRISTEZAS SE VAYAN DEL CUERPO.

Me gustan los abrazos que aunque no resuelven nada son un modo de decirle a la adversidad que no van a poder con nosotros…
Adoro esos abrazos que recomponen mis partes rotas, esos que alejan la soledad y que me llenan de alegría. Porque cuando me abrazan con tanta fuerza que parece que quisieran romperme, en verdad me están arreglando. Porque hay abrazos que se crean de una conexión especial, de una sintonía que detiene el tiempo…
No faltará nunca quien no aprecie un abrazo o quien diga que no sirven para nada, pero para todas las personas es totalmente necesario en un momento u otro de su vida. Hay muchos tipos de abrazos, tantos como personas, situaciones y relaciones, pero cada uno de ellos nos transmite un mensaje.
LOS ABRAZOS SANADORES.
“Se dice que cada vez que abrazamos a alguien con gusto, ganamos un día de vida.” Paulo Coelho
Muchas veces un abrazo es la mejor terapia, pues uno solo puede resultar suficiente para sentirnos renovados y seguir adelante. Los abrazos son la manera más corta de comunicarte con quien amas, pues se dice más que con las palabras. Fundir nuestros cuerpos en un abrazo nos llena de alegría, nos permite ser más pacientes y nos relaja. Además, sentirnos queridos y poder aprecia esa paz que nos transmite sentir el calor del otro fortalece nuestra autoestima.
De hecho, los abrazos hacen que le pongamos mejor cara al dolor, que los demás comprendan cómo nos sentimos y una manera de mostrar nuestro amor y nuestro apoyo.
HAY TANTOS ABRAZOS COMO MOMENTOS.
Un pequeño abrazo puede secar muchas lágrimas, una pequeña palabra llena de amor puede colmarnos de felicidad y una pequeña sonrisa puede cambiar el mundo. Son esas pequeñas cosas que construyen nuestro mundo llenándolo de felicidad y de amor…A veces un abrazo es meramente físico, fruto del contacto de dos cuerpos, ligero y rápido. Otras, por el contrario, los abrazos están cargados de emociones, las cuales son capaces de hacernos explosionar y sentir de manera indescriptible.
Luego están los abrazos del alma, esos llenos de las intenciones más puras y amorosas… Con ellos somos conscientes de lo gratuita y accesible que es la paz, pues sentir al otro nos completa y nos permite dar sin mirar el amor que nos queda en la reserva.

Cuando estamos inmersos en uno de estos abrazos se para el tiempo y nuestras almas se sienten en armonía, creando una melodía que llena de ritmo nuestro corazón.
Es que abrazar la vida es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar emocional y el de quienes nos rodean. Esto sucede siempre así porque los abrazos no necesitan de las palabras para decirlo todo, por eso no tiene sentido dejar que nos duela el alma, pues hay un abrazo para cada tristeza.
¡Manos arriba, esto es un abrazo. Cuidado, te advierto que tengo un alma y está cargada…!
Abrázate…Uno abraza a otros como abraza la vida. Uno abraza la vida como se abraza. ¿Te has abrazado alguna vez? ¿Te has dado calor? ¿Has aliviado tus tristezas? ¿Te has felicitado por tus logros? La calidez de un abrazo íntimo y propio es indispensable para estar bien nutridos. De esta manera trabajamos el arte del amor propio, nos quitamos las corazas y nos alejamos del frío para acercarnos a la autenticidad.
Abrazarnos significa que estamos abiertos a nosotros mismos, que somos capaces de vincularnos desde adentro y de conmovernos a nosotros mismos. Porque tocar nuestra alma mantiene unidos nuestro interior y nuestro exterior.
Si te abrazas, te quieres. Si te quieres, te reconoces. Y, si te reconoces, te construyes. Porque recogernos entre los brazos libera nuestras emociones y nos permite acercarnos a lo bueno de la vida. 
Un abrazo es un poema escrito en la piel que nos protege del falso amor, de la dependencia, de la idealización y de todo aquello que nos debilita y empobrece, salvaguardando la valentía y la bondad que está dentro de nosotros.

Fuente: lamenteesmaravillosa.com

“No quiero que se acabe este abrazo, no deberíamos aceptar la caducidad del paraíso.” Marwan
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