7 de mayo de 2015

TRENZAR LA TRISTEZA.

“Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas. Que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa. Y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.” 

Paola Klug, La Pinche Canela

DEPRESIÓN FRÍA.

La Depresión Fría es nuestro más grande desafío conforme nos adentramos en la Era de Acuario. Afecta la vitalidad espiritual y nos conduce a comportarnos de formas que no lo haríamos si estuviéramos equilibrados y sanos. Yogi Bhajan, el maestro de Kundalini Yoga, nos advirtió que con la transición hacia la Era de Acuario, que durará hasta el 2038, la humanidad sufrirá un fenómeno llamado Depresión Fría.
¿Qué es la Depresión Fría?
Es cuando la demanda externa es mayor que la capacidad interna de responder y hemos agotado nuestras reservas. Estamos deprimidos pero estamos tan entumecidos e insensibilizados hacia nuestro propio ser, que no lo sentimos. La depresión por eso se llama “fría”. Esto nos lleva a padecer de enojo interno y aislamiento de nuestra alma. La Depresión Fría es cuando nos desconectamos de nuestro espíritu, fuente, fuerza y guía interior. En su esencia es un profundo sentimiento de soledad, una sensación prevaleciente de ansiedad y una pérdida de significado. Yogi Bhajan lo denominó “el silencio del alma”.
Instintivamente contrarrestamos el entumecimiento causado por la Depresión Fría con un comportamiento que complemente las necesidades de estímulos. Una persona que experimente Depresión Fría no parece estar deprimida para sí misma ni para los otros. Esto es debido a que está ocupada, activa y parece muy llena de energía. Esta persona puede estar trabajando de más, atendiendo “emergencias” constantemente o tomando seis bebidas energéticas al día. Puede estarse involucrando en deportes o actividades extremas, tomando riesgos o abusando de ciertas sustancias. La insensibilidad de la Depresión Fría conduce a la reactividad, la impaciencia y el drama. ¿Conoces a alguien así?
La Depresión Fría no es solo un reto personal; ocurre entre toda la población durante una transición como en la que nos encontramos ahora. Cuando hay un sustancial cambio en la frecuencia energética, la Depresión Fría puede incrementarse a niveles muy profundos, como una marea repentina. Yogi Bhajan dijo que este “periodo gris” del planeta se ha presentado en el pasado, cada vez que hay una transición entre épocas.
¿Qué causa la Depresión Fría?
La sobrecarga de información, el estrés continuo y los cambios radicales contribuyen a la Depresión Fría. Más grande, más rápido, más. Todos estos son los elementos que nos desafían en la vida moderna. Los sistemas glandular y nervioso de la mayoría de la gente en el planeta no están suficientemente desarrollados o afinados para enfrentar este desafío. Cuando no encontramos la energía dentro de nosotros, la buscamos afuera y nos dejamos arrastrar por la prisa.
¿Cómo controlarla?
Todos somos afectados por el impacto de la presión de estos tiempos. Ya no podemos sostenernos únicamente con la energía de nuestro cuerpo. Necesitamos el poder de nuestra frecuencia. ¿Una solución rápida? Obtén tu energía del Prana y no de la adrenalina. El flujo rítmico de las kriyas de Kundalini Yoga restauran los sistemas nervioso y glandular y disuelven de tu cuerpo los antiguos patrones de reacción al estrés. Los mantras acaban con el silencio del alma y fortalecen a tus cuerpos pránico y radiante. Esto te da tanto calma como vitalidad. ¿Una solución todavía más rápida? Respira y canta. Deja que los mantras regulen tu respiración para restaurar tu Prana. Deja que la lengua y los labios se muevan por todos los puntos meridianos para balancear tu cerebro y para lidiar con el estrés. ¿Te sientes tan presionado que no puedes hacer esto? Reproduce y mantén los mantras sonando mientras tú sigues con tus cosas. Hazlos sonar aun mientras duermes. En esta era de cambios, tendremos éxito al dejar que la corriente de sonido trabaje para nosotros.

Por Shanti Shanti Kaur Khalsa/3HO
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