4 de marzo de 2012

CUATRO PALABRAS.

Estamos sabiamente buscando verdadera felicidad o su sinónimo, paz. ¿Sabiamente buscando?  Eso, lo eterno!, lo inmortal,  lo cual no es afectado por el tiempo; buscando sabiamente -Eso,- porque ya hemos superficialmente-visto, concientemente-observado la vida y nos damos cuenta que la gente persigue la felicidad en el mundo externo; y ya podríamos discriminar entre la mera sensación de placer (siempre transitorio) y la verdadera felicidad, y podemos aceptar que ese mundo externo  no tiene nada permanente para dar excepto complicaciones, inquietud y la pérdida de vuestra paz mental y felicidad. Porque felicidad y paz son inseparables, no podemos tener felicidad si no estáis en paz.
Felicidad que no disminuya ni se desvanezca, porque cualquier búsqueda que se mueva en dirección equivocada, termina en desilusión y frustración.

Queriendo evitarnos la locura, tengamos claro, qué es la vida mundana. Hay textos orientales llenos! de descripciones acerca de como es el mundo, cual es su valor! cual es su verdadera naturaleza, dándonos experiencia probada. ¿Por qué debemos pasar nuestra vida entera sobrellevando las mismas experiencias y luego de eso la vida se apaga?
Cualquier cosa que esté en nuestra mente, cualquier creencia es la fuerza propulsora que hace que hagamos cosas. Nuestras acciones dependen del contenido de nuestras mentes. Los pensamientos positivos se manifiestan como acciones positivas; los pensamientos negativos se manifiestan como acciones negativas.
Cada uno debería saber el contenido de su mente en ese momento. ¿Cuál es el contenido? El contenido solo puede ser aquel que hemos puesto, aquello que permitimos entrar, para descansar y ahí quedarse. No puede ser otra cosa. Por lo tanto, debemos aprender estudiando, estar atentos al contenido de la mente durante la vigilia, ¿qué es lo que ha entrado en nuestra mente?, si nosotros y no otra persona, o si la forma en que vivimos dio libre acceso a que eso entrara y se quedara. Debemos identificar los pensamientos dominantes y quitarles fuerza. Orientarnos aunque sea, a enriquecer la mente con el tipo correcto de pensamientos e ideas,  elevándolos, purificándolos, Estos pensamientos poderosos transformadores, serán hasta adquirir cualidades de meditación mayores,  un más  fresco contenido de la mente. Y si este proceso se mantiene con lógica, incluso si algo de naturaleza contraria entra, es empujado gradualmente hacia un rincón, se va debilitando y finalmente muere de muerte natural.
Muchos grandes Maestros han dado la mayor importancia al estudio espiritual  porque estos son canales para enriquecer nuestra mente con el tipo correcto de pensamientos sublimes y elevados, de pensamientos nobles que transforman.
De estos pensamientos poderosos Gurudev ha seleccionado cuatro maravillosas recetas, cada una dotada de un mundo de significado. Estas cuatro palabras están aquí para llenar nuestra vida de paz y gozo, libre de inquietud, pena, choque y conflicto. Estas cuatro palabras son: Servir, amar, meditar y realizarse.
Servir: cuando no pensamos en nosotros y buscamos servir a otros pasan dos cosas: nuestro ego se vuelve menos importante y el brote del egoísmo se va eliminando gradualmente. Porque cuando se es egocéntrico y egoísta la paz no es posible, la felicidad no es posible ni para nosotros ni para los demás.
Amar: aquí significa específicamente bhakti, amor a la Realidad Suprema. Con bhakti nos sintonizamos y hacemos contacto o creamos una conexión entre nosotros y aquello que es profundo, perfecta paz, paz que sobrepasa todo entendimiento, aquello que es perfecto gozo, que es bienaventuranza suprema. Y naturalmente, cuando nos relacionamos, hacemos una conexión con aquello que es la encarnación misma; infinita, ilimitada, inconmensurable océano de esa misma cosa.
Meditar: ¿por qué el meditar por poco tiempo? Ya que logramos esta conexión, elevémosla y nosotros mismos nos transformaremos en una encarnación de paz.
Realizarse: mantengamos lo que se ha dicho en este momento como la suprema meta de nuestra existencia. No lo olvidemos ni por un momento. Cada día, a la salida del sol, al comienzo del día, mantengamos la realización como nuestra meta suprema. Permitamos que ese sea el verdadero sentido, guía, y fuerza propulsora de nuestra vida.
Servir, amar, meditar y realizarse; estas cuatro palabras significativas tienen una relevancia para cada uno de nosotros en nuestro intento de buscar y encontrar felicidad, mientras vivamos sobre esta tierra. Al meditar sobre su significado y  manifestarlo en nuestra vida. Ellas nos llevarán a la paz y al gozo.
Paz y alegría sin paralelo, única, suprema, de la cualidad más elevada, paz divina y gozo que es siempre nuestro derecho de nacimiento. Para obtener esto venimos a este mundo tan rebosante de dolor y muerte; para obtener esto y mediante la condición humana, con el poder de pensar, sentir, razonar, escuchar, recibir y comprender.

Que hoy sea el comienzo. No perdamos la oportunidad.

Siempre juntos. Siempre Positivos                                                
Marcelo dos Santos       

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